*Juan López de Gamarra Orozco es desde septiembre de 2012 la única victima fusilada en el cementerio de San Rafael de Málaga en la "Querella Argentina" por crímenes del franquismo: Causa 4591/10 caratulada “N.N. s/genocidio” del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº1 – Secretaría nº 1, Buenos Aires – República Argentina

*Denuncia en el Consulado de Argentina en Barcelona:


La pequeña Pilar

Al final del texto se puede ver información sobre: "Enfants de la mémoire" Cap.31 - La petite Pilar en temps de guerre. Les colonies pour enfants à Málaga et Valencia  p.317. Edición en francés del libro "Traumas. niños de la guerra y del exilio"


Testimonio del libro Traumas.
 Niños de la guerra y del exilio
pág. 471
La Pequeña Pilar en tiempo de guerra
(Las colonias infantiles en Málaga y Valencia)

Mª José Barreiro López de Gamarra
(hija de Pilar y nieta de Juan) Mayo 2010


El padre que Pilar nunca volvió a ver

De profesión practicante y secretario de la agrupación socialista de Antequera, donde residía junto a su mujer Rafaela Reina Valenzuela y sus hijas Carmela y Pilar.

Al estallar la guerra fue movilizado como sanitario con destino en el hospital de sangre de Málaga, allí se alojaron en el último piso del hospital.

Rafaela, su esposa, ejerció de enfermera infantil y su hija mayor Carmela afiliada a las juventudes socialistas, con tan solo dieciséis años también ejerció de enfermera, incluso asistiendo en quirófano, según testimonio asistió en la operación de amputación de la pierna del que seria en un futuro su marido, un marino del buque republicano Xauen, que en los primeros días del Golpe de Estado pudo cambiar el rumbo en alta mar en su ruta hacia el Arsenal Militar de Ferrol, se dirigió hacia la costa de Málaga, puerto que protegió y que en uno de los bombardeos sufridos a la ciudad, le ocasionaron la perdida de la pierna.

Después de la evacuación por la carretera de la muerte (Málaga-Almería) que realizaron por separado, se volvieron a reencontrar en Valencia donde ella siguió ejerciendo de enfermera y donde se tituló.

Parece ser que Juan tenía encomendado como sanitario recoger a los soldados heridos en los frentes próximos a Málaga.

El 7 de febrero de 1937 cuando Málaga es asediada por el ejército del Coronel Borbón, Queipo de Llano, las tropas italianas y moras, la población refugiada en la ciudad después de meses sufriendo el asedio psicológico y amenazas radiofónicas de Queipo de Llano, se produce un éxodo civil sin precedentes en la historia europea del siglo XX, miles de personas se ven empujadas a huir a pie, la mayoría de ellas; para escapar de las tropas fascistas, de las amenazas y del horror que los refugiados en la ciudad llegados de otras poblaciones relataban como violaciones y amputaciones de los pechos a las mujeres.

Este terrible éxodo la familia de Juan lo realizó por separado, su hija Carmela escapó con el personal del hospital y la pequeña Pilar de tan solo trece años con la residencia infantil donde estaba alojada, el matrimonio según testimonio escaparon juntos pero a la altura de Motril fueron obligados a volver a su domicilio y cuentan que fue detenido a los pocos días de regresar a su casa saqueada.

Juan fue fusilado en las tapias del cementerio de San Rafael de Málaga y en el certificado de defunción consta: “falleció en la mañana del día catorce…”, “a consecuencia de las heridas por arma de fuego”….”Esta inscripción se practica en virtud de oficio recibido de la Auditoria de Guerra”. Desconociendo a fecha de hoy (2) la acusación que sufrió debido a que el sumario de su causa nº 36/1937 en el Tribunal Territorial segundo de Sevilla consta como desarchivado desde 1981 y no se conoce su paradero.

Su esposa Rafaela pudo recuperar el cadáver, según se cuenta en la familia ella misma lo sacó de la fosa con sus propias manos. Hasta el final de la guerra ya viuda, esposa de un fusilado vivió sin tener noticias de sus hijas, sin saber donde se encontraban ni en que condiciones estaban ni si vivían.

Pilar López de Gamarra Reina (29/8/1923)

Hija de Juan y Rafaela, la menor de las dos hermanas, nacida en Málaga como su familia y residente en Antequera hasta que movilizan a su padre, Pilar recuerda que cuando se van a trasladar a Málaga su madre les dice a ella y a su hermana: “Nos vamos a Málaga por que necesitan a vuestro padre” allí se alojan en la última planta del edificio del antiguo hotel Miramar donde habían instalado el hospital de sangre de la ciudad, por la edad que tiene deciden que no es un lugar apropiado para ella mientras los demás miembros de la familia realizan funciones de enfermería.

La internan en la Residencia Infantil para niños huérfanos del Sindicato de Trabajadores de la enseñanza de UGT. En la que se encontraban internos hijos de todas las organizaciones del Frente Popular.

La residencia estaba situada en el barrio residencial de Pedregalejo al este de Málaga, en una finca dicen “de una familia muy rica”. La casa conservaba las pertenencias de los antiguos propietarios, en el edificio principal se encontraban los dormitorios y el comedor mientras en un edificio más pequeño anexo reciben las clases impartidas por las profesoras y el director.

Pilar recuerda “el jardín era escalonado y desde allí se veía Málaga y el mar”, veían un barco que patrullaba la costa que los niños llamaban “la gallina” porque por la mañana temprano salía hacia el barrio de El Palo y por la noche volvía a puerto.

Hace amistad con tres hermanas huérfanas de padre fallecido en los bombardeos de la ciudad, Pepa, Rosario y Carmela, la mayor Pepa tiene diez años, tres menos que Pilar y es la encargada de cuidar de sus hermanas. Las familias pueden ir a visitar a los internos una vez por semana.

Pilar cuenta que “el domingo de piñata el 7 de febrero de 1937 los levantan muy temprano a las siete de la madrugada y los suben al jardín”, al comenzar los bombardeos “las profesoras nos dicen: vamos a hacer gimnasia, la barriga en el suelo y nos metemos dentro”, les mandan recoger sus cosas y subir en el autocar por que se van.

Pepa recuerda que no avisaron a los padres de que se los llevaban “me asomé al jardín a una puerta, había una terracilla y vi a un hombre, le llamé: oiga usted, oiga usted, usted conoce una mujer que cose con…” La madre que se había ido a vivir cerca de sus hijas recibió el recado y acudió corriendo a la residencia. Habló con el director diciéndole que quería ir con ellos o que dejara allí a sus hijas, el director le contestaba que se las tenia que llevar y que no podía dejar ninguno y la madre le insistía de ir ella también para no separase de ellas. Pepa no sabe como su madre “se metió en el autocar y el director la echaba por un lado y entraba por otro”. Pilar en cambió fue evacuada sin poder avisar a su familia.

Los profesores iban con sus familias y llevaban colchones cuenta Pepa, “los pusieron dentro en los asientos” en el autocar Pilar viajaba con su amiga y sus hermanas, y recuerda que iban dos profesoras y la cocinera, les dijeron que se iban a Valencia y eran conscientes de que escapaban; salieron de Málaga y los barcos comenzaron a bombardear; dentro los niños estaba asustados, “agachados unos con otros”, En el primer día de viaje el autocar se paró no recuerda si estropeado o sin gasolina. Les mandaron recoger sus cosas y siguieron a pie, caminaron durante largo tiempo recuerda Pilar y oyeron llegar a la aviación, los profesores les mandaron tirarse en los sembrados al lado de la carretera, del grupo de escolares y profesores no hubo ningún herido en el terrible trayecto, continuamente acosados por los bombardeos de los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera junto con la aviación.

Llegaron a Almería y allí descansaron, comieron y la ciudad fue también bombardeada.

El viaje continuó hacia Valencia, allí cuenta Pepa “nos llevaban para mandarnos a Rusia pero el tren o el barco no sé lo que ocurrió…” allí se quedaron unos días. Pilar cuenta que ella viajaba con una carta de su padre que prohibía la sacaran de España, y que a Valencia llegaron por la noche, los alojaron en “un edificio grande por el que entramos por una iglesia, parecía un hospicio” y allí durmieron. Por la mañana les dieron de comer en una cocina muy grande una “pataqueta” (pan con tortilla) y una barra de chocolate. Oyó por primera vez hablar en un idioma que no conocía.

Mientras, la madre de Pepa “la dejaron en la calle y se quedó en la puerta” el portero sintiendo lástima de ella le dijo que cuando supiera que se iban a trasladar la avisaría, así lo hizo el hombre y le indicó el camino a la estación. La estación estaba oscura y la madre desesperada, cuando llegó un matrimonio les preguntó si sabían cuando llegaría el tren, al mismo pueblo que tenia que viajar la madre iba el matrimonio cerca de Macastre, ellos mismos “le dieron cama, comida y pudo lavarse”.

Mientras tanto los niños viajaban en tren y los instalaron en Macastre a cuarenta kilómetros de Valencia según cuenta Pilar “en una antigua nave de electricidad en las afueras del pueblo”. Veían “desde un pico alto los bombardeos a Valencia” cuenta Pepa. Allí Pilar recibió la visita de su hermana Carmela que se encontraba trabajando de enfermera en Valencia y le llevó comida y ropa; se alojaron alrededor de año y medio más o menos y ya en 1938 los vuelven a trasladar a Venta del Moro (4). Aquí coinciden con niños y niñas de Madrid.

Pilar cuenta que la colonia infantil pasa a llamarse “Colonia infantil 42 Brigada Mixta”; de un profesor (no menciona cuando ni donde) recuerda “era un hombre bajito de Valladolid se llamaba Don Indalecio nos enseñó a cantar “El cara al sol”.

Pepa cuenta que la casa “era de una gente muy rica, estaba puesta, en la entrada como si fuera un ramo de naranjas estaban las luces de una lámpara, era muy elegante, había un hombre mayor que nos daba clase y una maestra llamada Elena”.

Los niños se enteraron del fin de la guerra por si solos hablando entre ellos.

Ninguna de las dos cuenta cuando cambió el personal que las cuidaba ni que fue de ellos. Pepa dice no recordarlo ya que era muy pequeña y no se enteraba de lo que ocurría. Pilar con más posibilidades de recordar y por la edad que tenia, 15 años, se encuentra en una situación de no querer contar ni entrar en detalles de lo que vio y vivió a los largo de los casi tres años de la contienda. A día de hoy dice “A mi me estropearon mi vida”.

Acabada la guerra se produce el retorno. Pilar cuenta que “llegó a Venta del Moro el padre de Teresa Ruiz García para llevarse a sus cinco hijos” al verla le dijo “tu te vienes con nosotros por que sé donde vive tu madre”, volvieron “en un tren muy apiñados”. Al llegar oyó comentarios que decían “es la hija de la viuda”, de la impresión que le ocasionó enterarse de esta manera de la muerte de su padre se quedó sin habla durante mucho tiempo.

Pepa regresó de Venta del Moro a Valencia y después a Málaga en tren; en Valencia cuenta las mete en el tren un “sacerdote alto y fuerte”, al llegar a Málaga se instalan en casa de una tía ya que su casa estaba cerrada.

En Málaga dice “no había comida, ni trabajo, miseria y hambre y mujeres con el pelo rapado a las que daban aceite de ricino”

En el verano de 1939, Pilar y su hermana mayor Carmela viajan a Galicia, a Ferrol, a la Tierra del que ya era su marido, habiéndose casado durante la guerra en Cartagena, pero no siendo ya válido el matrimonio tuvieron que volver a casarse por la iglesia. Antes de realizar este viaje como despedida su madre Rafaela le dice a Pilar “si te preguntan por tu padre di que murió de una úlcera de estómago”.

En Ferrol conoce a su futuro marido (5), al que fusilaron a su hermano mayor (6) en el Arsenal Militar de la ciudad hacia pocos años por participar en la resistencia de la toma del buque Almirante Cervera en el que estaba destinado como auxiliar, buque que posteriormente al hacerse con él los mandos sublevados, y la dotación del barco original, encarcelados o ejecutados judicialmente o por paseos, lo destinan a la costa de Málaga, bombardea la ciudad y también participa en los bombardeos a la población del éxodo de la carretera de Almería. Cuando Pilar y su familia se encontraban allí.

Los familiares fusilados de ambos mantienen una dolorosa coincidencia, son los dos fusilados un 14 de marzo; Juan el padre de Pilar en 1937 en la toma de Málaga y Manuel el hermano mayor de Fito en una fecha próxima a la llegada de Pilar a Ferrol en 1939 después de estar dos años encarcelado.

Después de contraer matrimonio en Ferrol se instalan en otra localidad gallega, Vigo, ya que allí vivía una hermana mayor de Fito junto a su marido también ferrolano expulsado de la Marina junto a sus hermanos y desterrado de la ciudad.

En 1999, Pilar regresa a Málaga ya habiendo estado en la ciudad en 1997 por primera vez desde que se marchó. Este nuevo viaje lo realiza ya no por volver a su Tierra que siempre añoró, sino para hacerse cargo de los restos de su padre y trasladarlo de cementerio ya que a la muerte de Carmela descubren una carta del ayuntamiento de Málaga informando de que este cementerio iba a desaparecer, por lo que debían trasladarlo al nuevo. Cuando llegó allí habiendo pasado unos años desde que la carta fue enviada se encontró con que el ayuntamiento había echado tierra encima de las sepulturas no reclamadas, la situación exacta de la tumba se localizó a través del registro del cementerio y tuvo que contratar una excavadora para dar con ella,

Fue trasladado al nuevo cementerio de Parcemasa donde reposa en un nicho del osario.

Pilar transmitió a sus hijos mientras eran pequeños sus vivencias durante el terrible éxodo de la carretera de la muerte, esto ocurría durante los años 60, exaltada hablaba de lo que había sufrido de niña, decía “yo pasé una guerra”, “me mataron a mi padre”, también hablaba de los bombardeos…ellos no llegaban a comprender la trascendencia de sus palabras, esto sucedía a pesar de que eran años de escuchar aquello de “las paredes oyen” y aquel aviso que nos daba de que no se podía poner la onda larga en la radio.

En esos años no se podía contener, en la actualidad rechaza verbalizar todo recuerdo detallado tanto de lo que ella vivió como de las vivencias de su madre. La cual se trasladó también a vivir junto a sus hijas en Ferrol y falleció allí sin volver nunca más a su Tierra en enero de 1963.

Pepa viviendo siempre en Málaga recuerda que los disparos de los fusilamientos en el cementerio de San Rafael se oían en el barrio de Huelín y dice “se oyeron muchos años”.

Ambas conservan la amistad desde entonces, las primeras décadas a través de correspondencia y ya las dos maduras y abuelas volvieron a reencontrarse.

Notas:
(2) 2010.

(4)* Finca agrícola con caserío situado a unos dos km. de Venta del Moro en dirección a Requena por la carretera Venta del Moro-Los Ruices-Requena. La Casa Garrido era una finca colectivizada y anteriormente su propiedad correspondía al Conde de Villamar. La maestra de las colonias infantiles procedía de Macastre. La colonia infantil ya existía en 1937.

(5) Fito (Mario Rodolfo Barreiro Rey).

(6) Manuel Barreiro Rey fusilado en el Arsenal Militar de Ferrol el 14/3/1939 acusado de promotor de la rebelión en el buque Almirante Cervera durante los primeros días del golpe en la ciudad.

Fuentes:
-Testimonio Pilar López de Gamarra Reina
-Testimonio Pepa Carreño Melero
-Tribunal Militar Territorial segundo de Sevilla
-Cronista oficial de Venta del Moro, Feliciano Antonio Yeves Descalzo (4)*
-Registro Civil de Málaga

Nota: Las notas 1 y 3 pertenecen a fotos ya expuestas en esta página

Enfants de la mémoire

 Enfants de la mémoire
 
Cap.31 - LA PETITE PILAR EN TEMPS DE GUERRE. p.317
María José Barreiro López de Gamarra
Les colonies pour enfants à Málaga et Valencia
 
Edición en francés del libro "Traumas. niños de la guerra y del exilio"

72º aniversario de Juan en Nomes e Voces

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